Puedo mostrarte mi vida pero no la mires mucho, no es que no tenga corazón, es que hace rato no lo uso. Puedo subirte a mi viaje pero no te quedes mucho, no es que no use el corazón, es que hace rato no lo escucho...

¿Quién te dice que esta vida no sabe de victorias? Te venden una historia a un precio singular, te rompen a pedazos y le dicen trabajo. ¡Qué dichoso es el mundo que toca para andar! Y vos andás despacio, mas no pedís permiso, chocando de costado sin lograr avanzar. Pero cuando ya es tarde, salís engominado. ¡Qué linda es la Argentina que toca trasnochar! Y te devoran con apetito insaciable. Pero a la noche vos lo sacás a bailar. Dame la mano, perdete entre la gente, que hoy gana el que en el mundo la puede disfrutar. Pero sabés que no hay otra salida: o la vivís, o te viven a vos. No te preocupes y tomate una copa, si igual no queda otra que no aflojar jamás. Si soy feliz ahora que vivo a mi manera. Lamento la desgracia de quien así no está. Sea por tener muy poco, cariño o efectivo, yo sé que no son muchos los que eligen su verdad. Que no somos dos extraños ni somos tan distintos. Estamos en el medio buscando algún lugar.